CUCHILLOS
DE BOLSILLO
Durante el Siglo XIX tuvo lugar la "Época Dorada" del
cuchillo de bolsillo. Prácticamente sin excepción, todo
caballero, la mayoría de las damas, e incluso los muy jóvenes,
llevaban como parte de su indumentaria alguna clase de pequeño
cuchillo plegable.
El célebre "Barlow" inmortalizado en
las novelas clásicas de Mark Twain era un típico cuchillo
de jóvenes, robusto y de bajo precio, que los ingleses exportaban
a Norteamérica en barriles, y que por supuesto, también
se producía en América del Norte.
Había cuchillos de jardinería, aptos para podar, para
injertar, y hasta tan especializados como los utilizados en injertos
de rosales, que poseían una hoja o elemento de marfil, para abrir
la hendidura que previamente se había cortado con una hoja especial,
y en donde se alojaba el injerto.
(Es interesante comentar que en nuestro país, está muy
arraigada la costumbre de llamar cortaplumas" a todo
cuchillo de bolsillo de tamaño pequeño, y "navaja"
a todo cuchillo plegable de tamaño mayor, y especialmente a los
de una sola hoja. Conviene aclarar que la navaja es una variante del
"cuchillo plegable" entre las que encontramos
como ejemplo típico a las de origen español y algunas
francesas).
Hoy día puede parecernos extraña la costumbre de llevar
un "cortaplumas" en un bolsillo. Los tiempos
y nuestras costumbres han cambiado, como así también la
moda y nuestras vestimentas. Los estrechos bolsillos de un ajustado
"jean" de nuestros días puede no ser el lugar ideal
donde transportar un cuchillo plegable. Ya no necesitamos afilar un
lápiz de madera, reemplazado por los portaminas mecánicos,
ni necesitamos cortar una pluma de ganso, en una era en donde hasta
la lapicera fuente se encuentra amenazada de extinción ante el
avance inexorable de la moderna "notebook" o la computadora.
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CUCHILLOS
PLEGABLES MODERNOS. NUEVAS TENDENCIAS Y MATERIALES
Los cuchillos plegables han estado junto a nosotros desde hace al menos
dos mil años, durante los cuales fueron perfeccionados mediante
la adopción de nuevas tecnologías constructivas y el aporte
de nuevos materiales. Los cuchillos plegables comprenden una muy amplia
gama de variantes, que van desde los pequeños cuchillos de bolsillo,
hasta cuchillos deportivos o de combate de mayor porte.
La época de oro de los cuchillos de bolsillo tuvo lugar a mediados
del Siglo XIX, donde el arte de fabricarlos llego a su máxima
expresión en Sheffield, Inglaterra. Otros lugares de Europa,
como Thiers en Francia, Solingen en Alemania, y Toledo en España,
produjeron excelente cuchillería, incluyendo por supuesto, ejemplares
de hojas plegables.
El perfeccionamiento del acero necesario para fabricar los resortes
o muelles de estos cuchillos, ocurrió después de la segunda
mitad del Siglo XVIII, con lo cual se produjo en mas importante cambio
en la historia de este tipo de cuchillos. Efectivamente, el resorte
permitió brindar una mayor seguridad en el empleo de estos cuchillos,
al disminuir el riesgo de un cierre accidental de la hoja sobre los
dedos del usuario. El refinamiento de los procesos productivos para
la obtención del acero, ocurrido desde la mitad del Siglo XIX,
y hasta el presente, fue una nueva etapa del desarrollo de los mismos.
Merece destacarse que durante el Siglo XX, mientras se producía
la evolución y desarrollo de la tecnología del cuchillo,
también se producían transformaciones en los usos y costumbres
de las personas que lo utilizan.
A principios de dicho siglo, y hasta bien entrados los años '40,
todo caballero llevaba consigo, casi como parte indispensable de su
vestimenta, algún tipo de cuchillo de bolsillo de pequeño
porte, el cual utilizaba en mil y un usos, desde afilar su lápiz
Faber, limpiarse las uñas, abrir correspondencia y encomiendas,
etcétera. Los habitantes de zonas rurales también llevaban
algún tipo de cuchillo plegable en sus bolsillos, como herramienta
práctica y siempre a mano.
A medida que la vida en las ciudades fue evolucionando, y las vestimentas
se fueron estilizando, la moda dictó que los bolsillos fuesen
más pequeños, y los pantalones más estrechos, por
lo cual el poder llevar un cuchillo en el bolsillo se hizo más
difícil.
A pesar de ello, el cuchillo plegable sigue siendo una solución
tan practica hoy día, como hace siglos atrás, y pese a
los cambios de la moda y de las costumbres, son muchos los usuarios
que todavía consideran indispensable el llevar uno de estos útiles
implementos. Las actividades al aire libre como la caza, la pesca, el
"trekking", montañismo, el uso de vehículos
4x4 en caminos inhóspitos, etc., requieren contar siempre con
un buen cuchillo como parte del equipo básico.
Por otra parte, la aparición de novedosos diseños, nuevas
tecnologías de fabricación, incluyendo el diseño
por computadoras (CAD) y el corte de piezas con láser o chorro
de agua de altísima presión, junto con la adopción
de materiales de alta tecnología (High Tech), han promovido una
verdadera revolución en la materia.
Conviene mencionar que el primer gran paso evolutivo en los cuchillos
plegables modernos, fue dado hacia 1981 por la firma Spyderco, que presentó
modelos que incorporaban una serie de características especiales,
que fueron imponiéndose con el correr del tiempo, a punto tal
que hoy en día prácticamente todos los cuchillos de última
generación las han adoptado. Esto es: sistema de apertura rápida
empleando una sola mano, gancho o "clip" metálico para
asegurar el cuchillo en la boca del bolsillo, filo aserrado total o
parcial, y sistema de bloqueo seguro y confiable (tipo "Lock back"o
"liner lock", por ejemplo).
Las ultimas dos décadas transcurridas desde la aparición
de Spyderco en el mercado, han sido signadas por la introducción
de novedosos mecanismos de bloqueo de la hoja, adicionalmente a los
dos mencionados, junto a la aparición de nuevos fabricantes norteamericanos
dedicados a la fabricación de cuchillos de Alta Tecnología
(cuchillos Hi Tech) o bien de los actualmente llamados "cuchillos
plegables tácticos", que no son otra cosa que cuchillos
multifunción, muy robustos y de moderna concepción de
diseño y materiales utilizados en su producción.
Igualmente, un número cada vez mayor de artesanos cuchilleros
ofrecen cuchillos plegables de ultima generación, como también
han surgido interesantes colaboraciones entre artesanos que aportan
sus diseños, y grandes fabricantes que los producen en serie.
La adopción de materiales tales como el nylon, Zytel, fibra de
carbono, G-10 y titanio, entre otros, para la fabricación de
las empuñaduras, y de aceros inoxidables y otros materiales de
depurada formulación para las hojas, como las nuevas líneas
CPM, el titanio, el talonite y la cerámica, abren nuevos horizontes
en la fabricación de mejores y más eficientes cuchillos
plegables. Por todo ello podemos afirmar que nos encontramos en una
nueva y renovadora etapa de la larga historia del Cuchillo Plegable.
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CUCHILLOS
CRIOLLOS
En nuestro medio, y especialmente en la Provincia de Buenos Aires, a los
cuchillos que poseen una hoja lanceolada, se los denomina popularmente
como "puñales", término curioso
si nos atenemos al hecho que la hoja descripta no posee ninguna de las
características usuales del puñal europeo. Localmente, también
se suele llamar a este tipo de arma blanca, simplemente como "cuchillo",
diferenciándose netamente de otros tipos de "cuchillos
criollos" como por ejemplo, la "daga" o el legendario
"facón".
Existen algunas confusiones y polémicas disgresiones (y hasta acaloradas
discusiones) acerca de la definición o las características
que debe poseer un arma blanca criolla para ser clasificada como "facón"
o "daga", pero básicamente he propuesto las siguientes
definiciones, que creo serán aceptadas por la mayoría de
los estudiosos del tema:
Facón es un arma de pelea, de hoja larga (25 a 40 cms) y delgada,
usualmente obtenida de una bayoneta o parte de hoja de sable o espada.
Posee filo, y contrafilo en su extremo, y una amplia guarda o defensa,
a veces en forma de "S" o de "U" invertida.
La Daga, posee también hoja larga y delgada, pero su característica
definitiva es la de poseer doble filo.
Usualmente las dagas poseen una guarda o defensa muy corta, o directamente
no la tienen.
El caronero, es una daga o facón (segun posea uno o dos
filos) pero de hoja muy larga. Por su tamaño, se lo transportaba
entre las "caronas" del recado, de donde proviene su nombre.
Generalmente posee defensa muy corta para prevenir enganches al desenfundarla.
Seguramente estas definiciones pueden despertar alguna polémica,
pues se puede argumentar que tal o cual ejemplar no responde estrictamente
a estos intentos de definiciones generales que yo propongo.
Esto es cierto, pero debemos tener siempre en cuenta, que las armas blancas
de nuestros gauchos fueron fundamentalmente improvisadas a partir de los
recursos que su fabricante tuvo más a mano, nunca se ajustaron
a un diseño o esquema rígido, sino que nacieron respondiendo
a una necesidad de quien la encargó o al gusto personal del artesano
que la fabricó, y siempre con las restricciones impuestas por los
materiales que se disponían, siempre escasos y de alto costo.
El arte de la plateria criolla, adoptó al cuchillo como un objeto
más a ser decorado bella y ricamente con plata y oro, aunque justo
es mencionar que la pobreza del gaucho hizo que sus cuchillos no poseyeran
la riqueza de las piezas que actualmente conocemos. Seguramente las piezas
confeccionadas con metales preciosos fueron propiedad de dueños
de estancias, militares de alto rango, políticos, o conspicuos
representantes de las clases altas de las ciudades, antes que herramienta
utilitaria del hombre de campo común.
Ciertamente, nuestros gauchos utilizaron piezas mucho más modestas,
aunque el cuchillo siempre estuvo presente entre sus "pilchas".
Es interesante comentar que en nuestro país, se acostumbraba portar
el cuchillo en la espalda, cruzado en el cinturón o "tirador"
en forma oblicua, y con el filo hacia arriba, lo cual es una forma muy
cómoda de llevar un cuchillo de gran porte sin mayores dificultades,
especialmente montado a caballo. El escritor y viajero Robert Cunninghame
Graham comparó la imagen del arma llevada de esa forma, con
las "velas latinas" de las embarcaciones mediterráneas.
Cuando el cuchillo era de pequeñas dimensiones (hojas de 4"
-10 cms-), se solía llevar adelante, a la derecha si el usuario
era diestro, con el filo hacia abajo y ligeramente inclinado, cerca de
la hebilla o "rastra" del cinturón. A este
tipo de cuchillo pequeño, muy filoso, destinado a ser usado en
la comida o en tareas de corte muy delicadas como castrar ganado, por
ejemplo, se lo conocía como "verijero"
por asociación de las "verijas" o ijares
de los animales, con la zona inguinal en cuyas cercanías lo portaba
el paisano.
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JIM
BOWIE Y EL "CUCHILLO BOWIE"
Historia y Leyenda del cuchillo más
famoso del mundo
Un 19 de Setiembre del año de 1827, en una desolada curva del
río Mississipi, en la localidad conocida como Natchez, estado
de Louisiana, tuvo lugar un duelo sangriento, origen de una leyenda...
En aquel enfrentamiento, un hombre cae al suelo fieramente herido por
disparos de pistola. Su nombre: James Bowie. Su oponente se lanza
sobre el cuerpo de Bowie para rematarlo con su estoque, con el cual
logra atravesar su pecho.
Sobreponiéndose a tres graves heridas Bowie desenvaina un enorme
cuchillo de caza -que algún cronista de la época describiría
luego como "un gran cuchillo de carniceros"- y hunde su hoja
en el cuerpo del adversario matándolo casi en el acto. Inmediatamente
Bowie se reincorpora, con la hoja del estoque todavía clavada
en su pecho. Blandiendo su gran cuchillo persigue y hiere a otro de
sus oponentes. El duelo llega a su fin. Increíblemente, Bowie
se repondría de las graves heridas recibidas en aquel combate.
La noticia del duelo y los detalles de la pelea se difunde por todos
los rincones del territorio norteamericano. Y a medida que pasa el tiempo
los hechos se agigantan, como se agiganta la imagen de un legendario
Jim Bowie y su extraordinario cuchillo. La semilla de la leyenda estaba
plantada, y germinaría unos nueve años más tarde,
con la culminación de la épica y sangrienta saga de El
Álamo.
En Marzo de 1836, un grupo de colonos, apenas unos 130 hombres liderados
por valientes como Travis, Crockett y el propio Bowie, resisten durante
trece días el sitiaje de las tropas mejicanas a las ordenes del
Dictador Santa Anna.
Más de tres mil soldados mejicanos penetran en el improvisado
"fuerte" erigido precariamente en derredor del semidestruído
edificio donde funcionara tiempo antes la misión jesuítica
de "El Álamo" -en las inmediaciones del pueblo de San
Antonio de Bexar- en cuyo interior resistían los valientes pobladores
que reivindicaban sus derechos territoriales, garantizados precisamente
por las leyes mejicanas de 1824.
Bowie y los colonos morirían masacrados por los mejicanos, pero
Santa Anna no quedaría impune. Algunas semanas después
de aquel trágico 6 de Marzo de 1836, él mismo sería
vencido por Samuel Houston y su ejército quienes, al grito de
"Recordad El Álamo", vengarían a sus hermanos
y declararían la Independencia de Texas.
Pero ¿quién era Bowie, y cómo
era su extraordinario cuchillo?
Jim Bowie fue un aventurero, comerciante, ganadero y oportunista terrateniente
quien, junto a su hermano Rezin desarrolló sus actividades en
Tennesee, Louisiana, Mississipi y Texas. Su destreza con el cuchillo
fue legendaria, y su muerte heroica luchando hasta el último
instante contra los soldados mejicanos que atacaron El Álamo,
alentó a los pobladores que lo siguieron en la colonización
de Texas.
Tanto James como su hermano Rezin tuvieron una debilidad por los buenos
cuchillos. Se ha comprobado que ambos adquirieron numerosos ejemplares
de los mejores artesanos cuchilleros de la época, algunos de
los cuales se han conservado hasta nuestros días como testimonio
de esta historia.
Sobre la forma verdadera del cuchillo bowie original, o al menos del
ejemplar que empuñaba Bowie cuando defendió su vida contra
las tropas del General Santa Anna, poco se sabe, salvo especulaciones
más o menos ciertas y valederas. Ciertamente, desde mucho antes
de su famoso duelo de 1827, era común entre los pobladores de
aquellos salvajes y convulsionados territorios, el empleo como arma
de defensa y combate, de cuchillos de grandes dimensiones, con hojas
de entre 9 y 12 pulgadas de longitud, confeccionados por fabricantes
de instrumentos de cirugía, o por herreros de campaña
según el caso.
Al difundirse la noticia del duelo, aquellos enormes cuchillos fueron
popularmente conocidos como "cuchillos como el de Bowie",
frase que en muy poco tiempo daría paso a un nombre más
sencillo: "cuchillos bowie".
No existe un patrón exacto para definir las características
de un verdadero bowie, pero podemos afirmar que se trata de cuchillos
de gran porte, con defensas dobles y con hojas de más de 7 pulgadas
(18 cms.) y de generoso espesor. Las formas de estas hojas son variadas,
pero se pueden clasificar en dos grandes grupos: aquellas que poseen
un corte o "clip" en su extremo, y las de punta lanceolada
("spear point"), aunque existieron otras hojas de lomo
casi recto y filo curvo y ascendente hasta encontrarse con la afilada
punta.
El cuchillo bowie fabricado en territorio norteamericano, variaba desde
piezas muy finas, fabricadas por artesanos cuyo oficio principal era
la confección de instrumentos de cirugía, hasta piezas
muy toscas y robustas, improvisadas por simples herreros de la frontera.
Para el período de 1820-1830, ya se encontraban en territorio
del Nuevo Mundo, representantes de las más importante fábricas
de cuchillería de Sheffield, ávidos de obtener nuevos
mercados, ofreciendo sus líneas de finos cuchillos de bolsillo,
cortaplumas y navajas, y alguno que otro cuchillo de caza de dimensiones
regulares, de los que habitualmente se producían en la lejana
Sheffield. Cuando estos comerciantes se internaron en el interior de
aquellas nuevas y salvajes regiones que comenzaban a expandirse y poblarse
hacia el Oeste, descubrieron que había un mercado aun más
interesante y virgen por explotar: los lugareños solicitaban
cuchillos "como el de Bowie".
En los EE.UU. se produjeron bowies de gran calidad, que rivalizaron
con los provenientes de Europa, como los fabricados por Samuel Bell,
Schivelly, Searles y otros. Igualmente, fueron fabricados bowies muy
rústicos pero igualmente efectivos, por herreros de la frontera,
quienes apelaron a los materiales que tenían más a mano
para hacerlos. Sin embargo fueron los ingleses quienes llevaron a su
máxima expresión el diseño de este singular cuchillo
de combate. Prácticamente todas las empresas cuchilleras de Sheffield
comenzaron a producir a partir de 1840-1845, sus propias interpretaciones
del bowie.
Durante la "época de oro" de los Bowies, un período
que abarca aproximadamente los años 1840 a 1870, se produjeron
en Sheffield algunos de los más finos y espectaculares bowies
ingleses.
Por supuesto, empresas como Joseph
Rodgers & Sons o George Wostenholme & Co., junto
a otras afamadas marcas británicas, no podían estar ajenas
a este mercado, y podemos asegurar que de sus instalaciones salieron
los más exquisitos ejemplares de Bowie jamás producidos
por firma cuchillería alguna, muchas de las cuales se destinaron
a su exhibición en sus famosos Show Rooms, mientras que otros
viajarían a América para incorporarse al arsenal de aquellos
valerosos hombres que formarían parte de la Conquista del Oeste.
Episodios como la legendaria Fiebre de Oro de California, la Guerra
Civil, y la expansión territorial hacia el Oeste, tuvieron como
arma básica al cuchillo Bowie, cuyo reinado se extendió
hasta aproximadamente la década del '70 del Siglo 19, cuando
el perfeccionamiento del cartucho metálico, y de las armas que
lo disparaban, marcó su fin.
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CUCHILLOS
RANDALL
W.D.
Randall (1909-1989) es considerado como el "padre" de la cuchillería
artesanal, tal como se la conoce en la actualidad. Sus comienzos se
remontan hacia finales de la década de los años 1930 en
vecindades de la ciudad de Orlando, estado de la Florida, EE.UU.. Randall
comenzó copiando un cuchillo realizado por el legendario William
Scagel, y durante la Segunda Guerra, comenzó a desarrollar la
leyenda que hoy día gira alrededor de su nombre. Como suele decirse,
Randall estaba en el lugar correcto y en el momento adecuado, cuando
los EE.UU. ingresaron en el Conflicto. A partir de un cuchillo de combate
creado para un militar de su país -el Teniente Zacharias- fueron
surgiendo numerosos pedidos que marcaron el comienzo del crecimiento
de su taller.
La postguerra trajo consigo un notorio incremento en los pedidos de
cuchillos deportivos. Randall supo aprovechar el renombre de sus cuchillos
de combate y la excelente calidad de sus cuchillos. Un inteligente manejo
publicitario, hizo el resto.
En la actualidad los celebres cuchillos siguen siendo fabricados en
el mismo taller ubicado en la plantación de cítricos de
los Randall, en las afueras de Orlando, sobre la ruta "Orange Blossom
Trail".
El taller es actualmente dirigido por el hijo de Bo: Gary T. Randall,
a quien se ha unido su propio hijo, Jason, con lo cual ya se encuentra
trabajando en el equipo, la tercera generación familiar.
Los cuchillos de Bo Randall sirvieron de fuente de inspiración
para cientos de artesanos que fueron surgiendo en territorio norteamericano
después de la Guerra. Una aparición inicialmente tímida,
que fue ganando fuerza con el correr de los años, y que hizo
su verdadera explosión a fines de los años 1980. Hoy día
son muchos centenares los artesanos de los EE.UU., y el fenómeno
se extendió al resto del mundo, existiendo notables cuchilleros
en Europa y Japón, como también en Argentina y Brasil.
Desde el año 1977 vengo coleccionando cuchillos Randall, y he
tenido la fortuna de haber podido visitar el taller de Orlando varias
veces, como también tuve el honor de conocer personalmente a
Bo Randall y a Gary Randall, desarrollando una amistad a pesar de la
distancia y el tiempo, y con quienes pude conversar de nuestro tema
favorito, los cuchillos, tanto durante mis visitas, como a través
de numerosas cartas que intercambiamos. De este contacto personal, se
puso siempre de manifiesto la cordial personalidad de padre e hijo,
y de todo el personal del taller.
El catálogo de Randall incluye una amplia gama de modelos básicos
(son 27) los cuales pueden ser solicitados con numerosas opciones de
materiales de cabos, guardas, y pomos, con lo cual son varios cientos
las variantes posibles. Los modelos están identificados con números,
y los más populares son los modelos 1 y 2 (de combate), 3, 4
y 5, entre los de caza, y los modelos 25 y 26 que fueron los más
recientemente introducidos. El ultimo modelo incorporado al catálogo
el año pasado (2000) fue el Modelo 27 "Trailblazer",
que posee claras reminiscencias de los primeros cuchillos Randall.
El Modelo 14 ("Attack") de combate, es también muy
popular, al igual que el 17 "Astro", un cuchillo que fuera
creado en los años 1960 para los astronautas del recordado proyecto
espacial Mercury. Quienes lo deseen pueden visitar la página
web de Randall en: www.randallknives.com
Es interesante mencionar que en 1989 fue creada una asociación
de coleccionistas de cuchillos Randall, gracias al trabajo del coleccionista
y comerciante Rhett Stidham y su esposa Janie. Se trata de la Randall
Knife Society, que agrupa a más de 1.800 coleccionistas de
todo el mundo, y que organiza reuniones en Shows de los EE.UU., edita
un completo boletín cada tres meses, y suele realizar en combinación
con el taller Randall, un cuchillo exclusivo para la venta a sus asociados,
con cierta periodicidad. La dirección de la RKS es: www.randallknifesociety.com
donde existe la posibilidad de ingresar a foros e chat, y a gran
cantidad de información.
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CUCHILLOS
ARTESANALES
Posiblemente
no exista una variante de cuchillos que pueda brindar satisfacciones comparables
a las de un cuchillo artesanal. Y esto se debe a que a todas las características
de calidad, exclusividad y nivel de diseño que usualmente se asocian
con un cuchillo artesanal, estos poseen el valor agregado de la satisfacción
de poder conocer personalmente al creador de la pieza.
Efectivamente, creo que es esta posibilidad de una relación personal
entre artesano y usuario o coleccionista, lo que puede considerarse como
el verdadero "secreto" del cuchillo artesanal, fuente de gratificantes
experiencias.
Personalmente me considero muy afortunado y honrado por la cantidad de
amigos artesanos que he ido cosechando a lo largo de más de veinte
años de dedicarme al hobby del coleccionismo de cuchillos. Amigos
a los cuales valoro grandemente, a quienes respeto y admiro por su arte,
y a quienes debo agradecer por haberme nutrido de una valiosísima
cantidad de conocimientos e información. (Pues en este tema de
la cuchillería, uno aprende constantemente)
El cuchillo artesanal es un movimiento que se originó en los EE
UU después de la Segunda Guerra, con algunos artesanos cuchilleros
pioneros, entre los cuales se encuentran nombres como Scagel y Randall,
a los cuales irían siguiendo otros nombres que hoy consideramos
legendarios: Moran, Loveless, Lake, entre muchos otros.
Nuestro país, de fuerte tradición cuchillera, no podía
sustraerse al fenómeno, y a la rica tradición del cuchillo
criollo y la platería, se fueron sumando poco a poco, un nutrido
grupo de talentosos artesanos que día a día nos sorprenden
con su evolución y creatividad.
En la actualidad se pueden contar más de treinta nombres de artesanos
conocidos a través de su participación en ferias y muestras,
pero seguramente existen muchos más cuyos nombres todavía
no han trascendido como merecen. El ir descubriéndolos es otro
de los atractivos que ofrece la actividad, y una gratificante tarea que
puede acometer cualquier usuario o aficionado al tema.
En las fotografias que ilustran esta página se pueden observar
ejemplares realizados por artesanos argentinos y extranjeros, que reflejan
mejor que mil palabras, el nivel alcanzado.
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