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SAMUEL COLT, LA LEYENDA DE UN HOMBRE Y SU GRAN SUEÑO: EL REVOLVER.

La historia de Samuel Colt es la historia de un hombre singular. Un hombre sorprendente, ambicioso, lleno de recursos para lograr sus objetivos. Y protagonista de una historia que combina romance, intrigas, ambiciones de poder y de dinero, pasiones y amores prohibidos.
La historia de Colt no es simplemente la historia de sus famosas armas, aunque es imposible analizar su vida sin tener siempre a la vista esa constante que permanecería unida a su nombre hasta su muerte, y que perduraría aun después de su desaparición física: el revólver.

La historia de Samuel Colt no es tampoco la saga de como él levantó una de las más grandes industrias armeras de su país, partiendo de la nada. La historia de Samuel Colt es algo más que todo esto. Es la historia de un niño que tenia un sueño, y de cómo lo llevó a la realidad no sin pasar por numerosas penurias, peligros y zozobras. Es también la historia de un país con sus violencias, sus logros y sus miserias, y el nacimiento de la más grande maquinaria industrial y de la mayor potencia bélica de todo el planeta y de toda la Historia de la Humanidad.
Samuel Colt nació en Hartford, estado de Connecticut, el 19 de Julio de 1814.

Desde una edad muy temprana demostró su interés por todo aquello que fuesen mecanismos, y especialmente se inclinó por los de las armas de fuego. En 1821, cuando apenas tenía 7 años, sus familiares recuerdan haber encontrado al niño Samuel, solo, sentado a la sombra de un árbol, con una pistola completamente desarmada. El niño se encontraba totalmente concentrado en la tarea de volver a armarla.

En 1824, el joven Colt de 10 años de edad protagonizó una de sus mayores travesuras. Distribuyó por todo su pueblo unos volantes en los que invitaba a los vecinos a presenciar una demostración de su novedoso "torpedo" (en realidad se trataba de una especie de mina submarina), prometiendo hacer volar una balsa anclada en un lago cercano. ¡Y por cierto que el joven Colt supo cumplir su palabra! Efectivamente la balsa voló por el aire, pero la explosión fue tan grande y potente, que los espectadores recibieron sobre sus cabezas una verdadera lluvia de agua y barro levantada a gran altura por la onda expansiva. Los pobladores persiguieron al precoz inventor por las calles del pueblo, dispuestos a dar su merecido al impertinente jovencito. Afortunadamente Samuel fue salvado de la ira de la multitud por un hombre joven y comprensivo que años más tarde tendría una gran importancia en la vida de Samuel Colt: el ingeniero Elisha K. Root.

Entre los años 1830 y 1831, el joven Colt se hizo a la mar como grumete del navío "Corvo". Su padre lo había convencido de hacer este viaje con la esperanza de que la experiencia lograría asentar el espíritu de su arriesgado, inquieto e imaginativo hijo, aplacando al mismo tiempo su sed de aventuras y sus deseos de conocer el mundo.

De aquel largo viaje que lo llevó a Inglaterra como escala de su destino final, la India, Samuel Colt regresó con una idea concreta de lo que sería su invento: un modesto cilindro, un eje y un martillo, tallados toscamente en madera durante sus ratos de descanso en el barco. Aquellas burdas piezas fueran inspiradas -según lo afirma la leyenda- en sus observaciones de la rueda del timón del barco, o del malacate del ancla, y la forma en que un trinquete aseguraba su posición.

En realidad, Samuel Colt no había inventado el revólver como habitualmente se afirma, y tal como él mismo se había encargado de pregonar y asegurar a quien quisiera escucharlo en aquellos días.
Existían ya en su época, antecedentes de armas con cañones múltiples y rotativos ("pepperbox"), y armas con un cilindro o tambor rotativo con varias recámaras (pistola de Collier). Armas que seguramente él mismo observara en la colección de la Torre de Londres, que visitara durante la escala del "Corvo" en aquella ciudad. El invento de Colt era en realidad un perfeccionamiento de la idea, posibilitada además por la reciente aparición en aquellos tiempos, del revolucionario sistema de percusión. Lo novedoso de su idea, sin duda ingeniosa, era vincular el giro automático del cilindro o tambor, con la operación de montar manualmente el martillo, y asegurar el tambor firmemente en su posición mediante una pieza.

El verdadero aporte de Colt fue sin duda, lograr su perfeccionamiento del revólver, haciéndolo práctico y confiable, y llevando a la práctica la idea de su producción masiva en grandes volúmenes, y mediante el sistema de cadena de montaje, aplicando en forma pionera el principio industrial de la intercambiabilidad de piezas producidas separadamente, sin requerir de mayores ajustes. Toda una revolución para la época.

Aquellas rudimentarias piezas de madera talladas por Colt, fueron transformadas en realidad apenas Colt tocó tierra americana nuevamente. Los primeros prototipos fueron producidos por armeros locales como Anson Chase y John Pearson, contratados y pagados -con bastantes dificultades- por el mismo Colt, con dinero recaudado de forma singular: entre 18 y 18 Samuel Colt se dedicó a viajar por los EE.UU. bajo el seudónimo de Dr. Coult de Calcutta, autotitulado "químico práctico" dedicándose a demostrar los efectos del óxido nitroso, el célebre "gas hilarante" entre los sorprendidos e inocentes habitantes de su país. Cada dólar recaudado de esta manera, fue destinado al pago de sus prototipos.

Entre 1836 y 1842, Colt produjo industrialmente sus primeras armas (fusiles, escopetas y revólveres con tambor) a través de una concesión de sus patentes de invención, cedidas temporalmente a una compañía formada al efecto: la "Patent Arms Manufacturing Company", establecida en la localidad de Paterson, Nueva Jersey. Por diversos motivos, fundamentalmente la imposibilidad de obtener un buen contrato del Gobierno, y el hecho de que las armas no estaban todavía suficientemente desarrolladas, esta aventura comercial terminó en la quiebra, dejando al joven inventor -y según su propias palabras en una carta dirigida a un amigo: "más pobre que un ratón de iglesia".

Para desesperación de sus accionistas, durante los últimos meses de zozobra económica de la fallida "Patent Arms", la precaria situación de la misma no fue impedimento para que el extravagante Samuel Colt se alojara en los mejores hoteles de Nueva York, ordenara sus trajes en los más cotizados sastres del momento, y continuara fumando sus habituales habanos cubanos, acompañado de costosas bebidas importadas de Europa. Una pasión que junto con su afición a las mujeres hermosas no lo abandonaría hasta su temprana muerte.

Durante los años siguientes a la quiebra de la Paterson Arms, el joven Colt continuó trabajando (aunque sin mayor éxito) tratando de interesar a funcionarios del Gobierno, militares y particulares, sobre las bondades de su revólver. Paralelamente desarrolló otros inventos, como su sistema de minas submarinas para protección de puertos, y su cable submarino para conducir electricidad y señales telegráficas,
llegándose a asociar nada menos que con Morse, el "padre" de la telegrafía.

A pesar del fracaso comercial de la empresa de Paterson, la semilla de la idea de Colt estaba ya sembrada. Los revólveres Paterson, especialmente el modelo de mayor tamaño conocido comúnmente como "Modelo Texas", había tenido un destacado papel entre los Texas Rangers de aquella conflictiva y convulsionada región.

En 1846, cuando todo parecía estar perdido, Samuel Colt recibió una ayuda inesperada y decisiva en su vida: el Capitán Samuel Walker, veterano de las guerras de Texas y Méjico, estaba convencido de que
los Texas Rangers y los Cuerpos de Dragones de los EE.UU. necesitaban de un arma superior a todo lo conocido. Y además, estaba firmemente convencido de que Samuel Colt podía proporcionar dicha arma: un revólver basado en el Paterson "Texas", modificado y mejorado según las opiniones y experiencias del Capitán Walker. De la relación entre Samuel Colt y el Capitán Walker, nació un revólver descomunal y poderoso el "Modelo de 1847", conocido como "Colt-Walker" el cual fue fabricado en los talleres de Eli Whitney, contratado al efecto por Colt, que en aquella época no poseía fábrica propia. Este revólver, y un contrato del Gobierno por la provisión inicial de 1.000 ejemplares, permitiría que poco tiempo más tarde Samuel Colt pudiese cumplir su sueño de joven: abrir su propia fábrica ("remar mi propia canoa" como él solía decir), para fabricar el arma que soñara durante su viaje en el Corvo: el revólver.

Colt inició sus actividades en la ciudad de Hartford, Connecticut con una pequeño taller en la calle Pearl, y al poco tiempo se mudaría a un segundo taller algo más grande. El éxito de sus nuevas armas, lo llevaron a expandir sus operaciones, por lo cual comenzó a construir una nueva y grandiosa fábrica, adquiriendo terrenos inundables a muy bajo costo, en las cercanías del río. Para proteger su nueva fábrica, mandó construir grandes terraplenes de tierra a modo de diques, los cuales fijó con plantaciones de mimbre. (Más tarde traería de Alemania, trabajadores especializados en tejer mimbre, para fabricar
muebles y aprovechar sus plantaciones!!)

Recién en 1855 finalizaría la construcción de la gran fábrica que lo haría rico y famoso. Un grandioso edificio de ladrillos rojos de Portland, coronado por una imponente y majestuosa cúpula azul con
estrellas doradas, en cuya cima se encontraba un Caballito Rampante dorado subido a una esfera que representaba la tierra. Durante un corto periodo (1853-1857), Colt también operaría una fábrica en Inglaterra.

Sus primeros modelos fueron la serie de Dragoons, versión mejorada del Walker, los pequeños "Baby Dragoon" y "Pocket de 1849", y una de sus armas más famosas, el modelo 1851 "Navy".

Gracias a sus contactos a muy alto nivel, Samuel Colt supo con bastante anticipación sobre la irremediable llegada de la Guerra Civil. Este oscuro y sangriento episodio de la historia de los EE.UU., sería sin embargo, la gran oportunidad para llevar a la fábrica de Colt a su máximo régimen de producción y ganancias. Para fines de 1860, durante un viaje de descanso en Cuba, tratando de restablecer su minada salud, Colt ordenaba a los directivos de su fábrica: Produzcan armas día y noche, redoblen los turnos si hace falta. Cosechen heno mientras todavía brilla el sol". (La Guerra Civil estallaría en Abril de 1861 con el ataque a Fort Sumpter, y finalizaría en 1865)

Samuel Colt murió muy joven a los 47 años, el 10 de enero de 1862. En aquel momento, era uno de los hombres más ricos y poderosos de su país, pero se encontraba psíquicamente agobiado por la muerte
temprana de sus hijos al poco tiempo de nacidos, agotado por exceso de trabajo y debilitado por sufrir de gota y un resfrío mal curado que comprometió su sistema respiratorio. También es muy posible que este cuadro general estuviese complicado por la existencia de una enfermedad venérea.

Su joven viuda, Elizabeth Jarvis Colt, una mujer de temperamento de acero y firmes convicciones religiosas, amante esposa y gran compañera, seguiría manejando los destinos de la firma hasta su
muerte en 1905.

La cantidad de modelos y variantes de armas cortas y también largas producidas por la Colt a lo largo de su historia es tan grande como complejo su análisis. Esto hace las delicias de cualquier coleccionista,
y difícil su estudio. Muchos fueron sus modelos famosos, como el Modelo Army de 1860, la más perfeccionada de sus armas de percusión.

El célebre Modelo de 1873 Peacemaker, o Frontier, inmortalizado por las películas de vaqueros. El Modelo 1877, primer arma doble acción de la marca. El Modelo 1889 Navy, primer doble acción con
tambor volcable de Colt son algunos de los hitos.

En 1900, Colt se transforma en la fábrica pionera de su país al comenzar la producción de pistolas semiautomáticas, utilizando las patentes de John M. Browning. Su modelo más famoso se desarrollaría en 1911, al ser adoptada su pistola calibre .45ACP por el Gobierno de los EE.UU. como arma reglamentaria.

En la década de los años 60, con los EE.UU. profundamente involucrados en la Guerra de Vietnam, la Colt inició la producción del famoso fusil de asalto AR-15/M-16, recamarado para el polémico cartucho 5,56 mm el cual se impuso definitivamente después de superar los problemas técnicos surgidos en los primeros tiempos de su adopción oficial por las Fuerzas Armadas de los EE.UU.

En fin, la lista es larga y por supuesto incompleta, pero he aquí la base de la Leyenda de Samuel Colt.


MIS COLT FAVORITOS


Durante mis muchos años como coleccionista y como escritor especializado, he tenido la suerte de tener en mis manos, examinar y por supuesto disparar una gran cantidad de variantes de armas de la marca Colt. ¡Qué dificil elegir una o unas pocas de ellas como favoritas! Pero haciendo un pequeño esfuerzo podría comentarles las siguientes.

Por supuesto, comenzaría con un trío indiscutible, formado por el Single Action Army o Modelo de 1873, que aun hoy día se fabrica en algunos calibres. El calibre ideal para el mismo es el .45 Colt o el .44-40. Junto a él ubicaría al Python calibre .357 pavonado y con caño de 6". Tal vez el revólver más fino jamás producido. Completa este "trío" la pistola Modelo 1911A1 calibre .45ACP, pavonada.



Debo confesar que me encantan los revólveres que produjera Colt en los años 30 y 40, y lamentablemente discontinuados, como los Officers Model, Official Police, Police Positive, etc., los cuales poseían una terminación, pavón y suavidad de mecanismos inigualable. Otro revólver lamentablemente discontinuado y muy hermoso, es el Diamondback, producido en calibres .22LR y .38 Spl., cuyo diseño general nos recuerda a un Python en menor escala.

En materia de armas del periodo de avancarga, mis favoritos son el Pocket de 1849, el Navy 1851 y el Army 1860. Afortunadamente estas armas se siguen produciendo bajo licencia en la actualidad, por lo que es posible dispararlas si asi lo deseamos, sin tener que arriesgar un revólver original, antiguo y muy valioso.


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