LAS
CUATRO REGLAS BASICAS DE SEGURIDAD EN EL MANEJO DE ARMAS DE FUEGO
Al manipular armas de fuego, tenga en cuenta las cuatro reglas básicas
de seguridad que enunciamos a continuación. Si estas reglas son
seguidas al pie de la letra, maximizaremos la seguridad en el manejo de
armas de fuego. Memorícelas, y más importante aún,
practíquelas hasta hacerlas un hábito. ¡Siempre!
1-
Todas las armas están cargadas.
No existen excepciones. Considere siempre a toda arma como cargada, y
manéjela como tal. Revise siempre la recámara, y verifique
el estado. Aunque esté realmente descargada, siga manejándola
como si estuviese cargada. No le crea a nadie que le alcance un arma y
le diga: "tomá, está descargada". ¡Cuántos
accidentes podrían haberse evitado, ocurridos con "armas descargadas"!
2- Nunca permita que el caño de un arma apunte a algo que usted
no desee destruir. Si usted no desea ver un orificio de bala en determinado
lugar, nunca apunte a ese lugar. Esto incluye objetos como el televisor,
la heladera, una puerta, el perro del vecino, una fotografía; o
su propio pie; y en general, no apunte a ninguna cosa en donde, explicar
la presencia de un orificio de bala, pueda ser un embarazoso problema.
Ni hablar de apuntar a seres humanos.
3- Mantenga el dedo índice fuera del arco guardamonte y lejos de
la cola del disparador, hasta el momento en que las miras de su arma estén
alineadas con el blanco. Mantener el dedo sobre la cola del disparador,
cuando uno todavía no está dispuesto a disparar, es sumamente
peligroso. No se obtiene ninguna ventaja en velocidad llevando su dedo
al gatillo prematuramente. La velocidad se debe buscar en el acto de llevar
el arma a la posición de tiro, y en la alineación de miras,
que insumen mucho más tiempo que correr el dedo índice desde
una posición segura, a su lugar sobre la cola del disparador. Si
esta regla se cumpliera a rajatabla, se evitarían la gran mayoría
de los disparos accidentales.
4- Asegúrese de su blanco, y de lo que hay detrás de
él. Nunca le dispare a un ruido o a una sombra, y en general
no le tire a ningún blanco que usted no pueda identificar positiva
y claramente. Sepa qué es lo que hay en línea con su blanco,
y qué es lo que hay detrás de éste. Recuerde que
las balas pasan a través de las cosas. Asegúrese de los
alrededores de su blanco, sea que esté disparando en un polígono,
o al aire libre, o incluso si lo está haciendo en un enfrentamiento
armado. Tenga siempre en cuenta el alcance de los proyectiles, y la posibilidad
de rebotes.
Recuerde que la seguridad es un estado mental, y no
un dispositivo mecánico.
A las cuatro reglas de manejo seguro, enunciadas precedentemente, debe
agregarse el siguiente consejo:
Siempre que le sea posible utilice protección visual y auditiva
al disparar un arma de fuego. Preserve lo que la naturaleza le dio:
un valiosísimo bien insustituible e irreparable, su vista y su
oído. En un polígono debe ser siempre obligatorio. Aún
haciendo tiro informal a campo abierto, utilice ambas protecciones.
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